jueves, 21 de febrero de 2013

Me pasó en el baño

 Siempre tuve ese bichito del "por qué no?" rondándome la cabeza con respecto a tener relaciones con una mujer. Desde el colegio siempre me sentí atraída por compañeras que tenían ciertas características físicas (muero por las blanconas de pelo negro... como yo) pero jamás nada se concretó a nivel sexo.

 La primera vez que besé a una mujer esta era menor que yo por tres años y me sentí la pedófila más grande de la historia. Yo tenía veinte y ella diecisiete, toda una bebé, pero más perra digo, más movida que la cagada. Estábamos en una fiesta, visiblemente borrachas y en eso que entro al baño ella viene detrás y me empieza a meter terror con frases como "te apuesto que no me besas" y puta, no me vengan con huevadas ¡YO AMO LOS RETOS! así que nos acercamos y fue ahí que besé a la primera mujer de mi vida, quise tirármela de una vez en algún cuarto, pero cuando salimos del baño de agarrar tan rico, su flaco la estaba esperando y nos quedó mirando con una cara de huevón, como diciendo PUTAMARE ME LA HICIERON DE NUEVO T_T jajaja pobre imbécil. Lo curioso es que nunca más vi a esa chiquilla, pero me agregó al facebook. A los dos días de tener conversaciones calientes tuve que eliminarla, porque sentía que me estaba recontra cagando el cerebro. No podía hacerle eso a mi enamorado. LO SE, LO SE.

 Desde ese año y hasta ahora no volví a tener acercamiento alguno con una mujer, excepto el acercamiento que me metía al monitor cuando veía porno lésbico en internet. Cuando entré a la universidad, conocí a Mariella, una lesbiana que estaba más buena que el pan de la mañana con tamal de chancho y una tazota de café. Sí, así de buena. Nos hicimos amigas, muy amigas, siempre todo fue muy relajado, pero yo no sabía que era lesbiana hasta el día en que me llevó a beber a un barcito de Berlín y me dijo "acaba de entrar mi ex, con LA que duré cinco años... no voltees". Pensé que había escuchado mal, y, mientras bebía apurada mi chela, le pregunté qué???!!! cómo se llama? y ella me dice CAROLINA. La chela se me quedó en la garganta, y es que esta chica era tan jodidamente buena que yo pensé que debía tener millones de hombres babeando como perros detrás de ella, jamás pensé que le gustaba la tije... bueno ustedes entienden. Luego de semejante confesión, le propuse besarnos para que su ex nos viera y así se muriera de celos y ella, igual de sorprendida que yo al principio, me dijo ¿tu eres lesbiana? y yo... aguanta tu carro mamita... creo, CREO que soy bisexual. Se cagó de risa, se sentó a mi ladito y me besó riquísimo. Quise llevarla al telo pero recordé que era una inexperta en el tema, y que me sentiría bastante cojuda si es que no sabía qué rayos hacerle... a parte... no podía hacerle eso a mi en ese entonces enamorado. SI, YA SÉ, CARAJO...

 Con Mariella seguimos siendo amigas, aunque todavía nos tenemos ganas. Dejó el ciclo, yo volví a clases el año pasado y conocí a Karen, una blancona riquísima que ponía de vuelta y media el salón. Todos le querían dar como mantequilla al pan, pero ella, muy reservada, siempre se sentó al fondo, sola, hasta ese día en que se me acercó y se sentó a mi lado, me cruzó las piernas y me preguntó si había entendido la explicación de la profesora. Tal cara habré puesto, que me tuvo que repetir la pregunta y yo, todavía sin poder creerlo, le expliqué al mujerón que tenía a mi lado todo lo que la profesora buenamente nos había explicado. Me dio las gracias, se paró, me puso el culo prácticamente en la cara y se regresó al fondo, mientras todo el puto salón me miraba como pidiéndome explicaciones. Luego de eso con Karen nos volvimos igual amigotas, pero ella ya me había dicho desde un inicio que era bisexual, y que había experimentado todo con ambos mujeres y hombres, una vez más yo, me sentí tan sana, tan babosa que le dije que solo había besado a dos mujeres en mi vida y se burló de mí, y luego de burlarse de mí cerró la puerta del baño, me tumbó contra la pared y me besó frenéticamente mientras con una mano -muy rápida por cierto- desabotonaba mi pantalón y metía los dedos por los distintos lugares posibles. me hizo gemir en un instante, no lo podía creer. ¿Y si habían cámaras? ¿Y si nos expulsaban de la universidad?. Yo no podía parar de dar pequeños gemidos mientras ella me susurraba al oído que me "la iba a chupar todita". No entendí hasta que se arrodilló, me bajó los pantalones por completo -Se ganó con mi calzón de hello kitty, carajo qué roche- y empezó a besarme los labios mojados, y mientras lo hacía me miraba y eso solo me excitaba más. Me vine y le pedí que se detuviese, ella se lavó las manos, y entró a los inodoros. Yo la seguí y volvimos a cerrar la puerta de ese espacio más reducido, y le hice lo mismo que ella a mi, a lo que agregué el pasarle la lengua por los rosados pezones, que dicho sea de paso la excitó demasiado. Le besé los labios húmedos e hice que se viniera. Ambas estábamos en completo éxtasis. Parecía que nadie nos molestaría, fue un momento perfecto.

 Salimos del baño conversando tranquilas mientras nos reíamos como cómplices. Pasaban compañeros, profesores y una chica se quejó de que el baño había estado cerrado y nos miró con cara de creída/mamona y nosotras nos cagamos de risa. Ella me tomó del brazo y me dijo "vamos al estacionamiento". Yo, ilusa, pensé que me llevaría en su carro a mi casa, pero terminamos repitiendo el acto en el baño del sótano, esta vez nadie nos interrumpió. Nos quedamos más de media hora.