lunes, 16 de septiembre de 2013

Esos besos...

 Hace tiempo que no me pasaba algo así, creo que varios meses. Como saben, estuve en “paleteos serios” con mi amigo de la infancia, pero algunas cosas entre nosotros empezaron a enfriarse cuando él se fue de viaje hace dos semanas, a trabajar a una mina :S y no sé si vuelva este fin de semana o el próximo; de hecho creo que su régimen es 20/10: trabaja veinte días, descansa diez. Bueno… menos mal ya habíamos conversado del tema, y como diría la canción (8)soy soltera y hago lo que quiera(8) jaja ok, nooo! -bueno, de hecho si. 


 El último fin de semana tuvimos una reunión con unos amigos de la universidad. Esta gente es bien borracha y cualquier evento casual lo convierten en chupeta infinita e insaciable. Ahí estaba un pata que conozco desde mi primer ciclo, o sea hace como cuatro años. Estuvimos en el cuarto de una amiga, algunos jugando play, otros tomando hasta morir y yo veía una película en Netflix con Mateo. Teníamos un ron enterito para ambos, no sé cómo llegó a nosotros pero no lo soltamos :P y bueno, vimos una pela larga mientras tomábamos el ron y comíamos chizitos (combinación de muerte). Sin darnos cuenta, seguimos tomando, y después de cuatro películas (aprox unas seis horas) el ron estaba terminándose, los chizitos en el suelo, la gente de atrás estaba en la cama uno encima de otro, ebrios de la cabeza a los pies y Mate y yo ahí, en la oscuridad de la madrugada con los créditos de la peli que estaba acabando. Él me abrazó fuerte y recién ahí nos dimos cuenta de que hacía frío, así que agarramos una colcha de por ahí y nos abrigamos. Quisimos echarnos a jatear pero no había sitio para nadie en esa cama (o sea, colchón de dos plazas y habían nueve personas...) así que tiramos una frazada al piso mientras yo cantaba (8)vámonos pal suelo, vámonos pal suelo, pal suelo, pal suelo(8) y él se cagaba de risa.

 Dejé reproduciendo en youtube un mix de rock en español para no quedarnos dormidos mientras permanecíamos echados en el piso, porque yo quería esperar para subir a la azotea y ver el amanecer. Mateo y yo nos echamos, nos tapamos y nos pusimos a hablar de la universidad, del trabajo, del corazón y de cómo nos dolía el estómago después del ron con chizito. Después de matarnos de risa un rato, Mate se incorporó de costado mientras yo permanecía echada boca arriba, matándome de risa. Aún estaba algo oscuro y sólo nos iluminaba la laptop desde la mesa, además los efectos del alcohol difuminaban un poco mi visión. Se me acercó un poco, luego un poco más y de pronto ya estábamos besándonos. Ya, claro, terminaron chapando dirán... pero no fue cualquier beso, me refiero a que fue el beso más tierno (a parte de duradero e intenso) que me pudieron dar en la vida. Lo más gracioso es que mientras tenía los ojos cerrados besando a Mateo, recordaba las clases, los juegos, los exámenes, las peras, las fiestas, las amanecidas estudiando, sus novias, mis novios, y todo lo que sucedió desde que lo conocí. 

 Nos besamos por largo rato, con una pasión única que espero encontrar algún día en otro hombre, porque sé y soy consciente de que éste no es para mí. Luego de casi media hora lo detuve y le dije: "vamos a ver el amanecer" y subimos corriendo a la azotea. Con la colcha envolviéndonos de cabeza a pie, sentados en un muro y con nuestros respectivos vasitos de ron con coca cola, le dimos la bienvenida al sol :)

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Santas preguntas

 Sé que no me sigue casi nadie, jajaa forever alone. Bueno, el otro dia estaba viendo como entre varios de los bloggers que me gustan, hacen una especie de jueguito donde hacen preguntas para que demás las respondan y así. Pues hoy creo: LAS SANTAS PREGUNTAS. Soy auténtica y moderna, no puedo quedarme atrás. 

A quien quiera responder, ahí les van:

*Las pueden responder en su blog!


  1. ¿Cómo te gustaría que te enamoren? expláyate, sé feliz.
  2. Menciona la locura de amor más grande que hayas hecho.
  3. Menciona la locura de amor más grande que han hecho por ti.
  4. ¿Con qué personaje famoso has fantaseado alguna vez? pueden ser más de uno (pero tampoco diez, no seas pervert)
  5. Si viniera un genio, ¿cuáles son las tres cosas que le pedirías?
  6. Ya, en serio... qué cosas le pedirías ¬¬
  7. Si pudieras volver a un lugar, ¿a cuál sería y por qué?
  8. ¿En qué animal te gustaría reencarnar y por que?
  9. ¿qué le dirías a esa persona si la tuvieras en frente?
  10. ¿Tienes alguna otra pregunta para mí?

viernes, 19 de julio de 2013

Amigos con derecho a paleteo

 Hace dos semanas que empezamos con todo este tema. John y yo somos amigos desde la infancia, desde el útero como dice mi mamá (no sé cómo sentirme al respecto) y hace dos semanas que intentamos probar lo que decian era lo mejor del mundo: ser amigos, pero con derecho a perreo sandunguero. 

 Las cosas han ido bien (no les voy a decir si tira bonito jajajaja) él y yo somos personas muy maduras, porque como me dijo él: "si uno de los dos empieza con huevaditas ya la cagamos". Nos estamos manteniendo firmes en nuestra decisión, me siento bien así y bastante relajada. Hasta me olvidé que estoy triste por mi último rompimiento amoroso; me va de lo mejor con Johnatan. 

  A lo que voy es a lo siguiente: ¿Por qué todavía hay miedo en ustedes, mujeres, que quieren probar esto de los amigos con derechos?. La sociedad nos tacha, nos maltrata. Nosotras ¡siii, putas, horrooor!, no veo que un hombre tenga problemas si tiene una pareja sexual, no hay igualdad. Si tenemos la libertad para elegir, votar, opinar; debemos tener la misma libertad para decidir qué rayos hacer con nuestro cuerpo, con nuestra vida sexual. Así que no más miedo mujeres, escojan su amigo favorito y láncense con todo!  OK, NO.



 Hasta ahora, a ambos nos va bien. Esperemos que las cosas sigan yendo así de maravilla, y es que... más que sólo desear estar con él por un tema sexual, la pasó excelente con Jhon, reímos, jugamos play, vemos tele, conversamos de todo porque siempre hemos sido así. Es sólo un plus el que tenemos ahora, un plus bastante bonito. Pelado, si estás leyendo esto, por favor no me hagas escándalo público, nadie sabe que tengo un blog ajajaja :)

besos a todos! 

PD:
para todos los reguetoneros xD 
                        

jueves, 4 de julio de 2013

La a-rechazada

 Hace tiempo que no la veo. La extraño un montón y he tenido que hacer de todo para no sucumbir ante cualquier bagre que se me insinúe, de verdad estoy intentando. Hace un par de semanas tuve uno de esos agarres intensos con metida de mano y sudores violentos con un amigo del barrio, pero quedó en nada porque nos entró la culpa de haber sido amigos de toda la vida, desde niñitos, y venir a intentar algo más... no es. "Jamás con un amigo de la infancia, huevona!" como me diría mi amiga Úrsula. Y bueno, John me dijo que "El sexo por despecho nunca es bueno, arruinaríamos todo". Bah.  

 Desde que me terminó mi flaco por allá por fines de Mayo, he estado en uno de esos estados de depresión que ya muchos deben conocer. Lloras, sufres, no quieres comer... no quieres trabajar. Si vieran mi cubil... hasta mi jefe me puteó antes de ayer porque mi sitio era "un basural". Yo misma estoy hecha un basural. No había sentido tanto la pegada desde el lejano 2009, cuando me enamoré -digamos- como una loca. Extraño a mi chato triste (le decía triste porque... bueno... tenía una "gran pena") y desde que terminamos no he vuelto a tener sexo con nadie. Y yo que era todo lo contrario... y a mí que me encantaba terminar con alguien para volver a las andadas perrunas. 

 Pero bueno, volviendo al tema que seguro les ha traido aquí: el título del post. Arrechazada, como diría mi tía chuchi. Ayer no pude dormir, solo tenía SEXO SEXO SEXO en la mente. Hasta pensé en lo idiota que fui por haber dejado que mis sentimientos me jugaran una mala pasada y arrugar con John. Total, si somos amigos desde los cuatro años, pase lo que pase siempre seremos amigos. Lo llamé y le dije que yo no creía que nuestra amistad debía verse dañada por un simple deseo carnal. Me dijo "¿qué... entonces lo intentamos?". Conozco a John desde siempre, él es bien perro y jamás consigue nada serio con nadie, y yo... bueno yo sí estoy hasta las huevas, pero me llega. Hoy iré a su casa, plan de siete y media. Mil veces he dormido en su cama, a su costado. Esta vez me echaré en ese cubrecama de cuadritos negros y blancos para algo completamente distinto. Y lo mejor de todo, es que su mamá y sus hermanas me conocen de toda la vida, tanto así que jamás ni en el rincón más oscuro de sus mentes, imaginarán que algo pasó, si es que llegan y nos descubren echaditos después de hacer lo que haya que hacer. Espero que todo salga bien, y con suerte mañana les cuento. 

 Voy a volver al cubil del banco, ya me tardé harto en el baño. Amo la app de blogger para mi celular. Jajajaja!

Besos a todos :* Deséenme suerte tonight. 

martes, 21 de mayo de 2013

RECURSOS HUMANOS

 Trabajo en este banco hace muchos años. Los mismos compañeros, la misma gente, la misma ciudad, el mismo guachimán y la misma tía del concesionario. ¿Qué hace mi trabajo tan especial? No sé, porque mi sueldo en definitiva no lo es. A pesar de que mis compañeros me caen bien, considero que trabajar con ellos ha acarreado en mí un retroceso psicológico significativo (o sea son unos anormales de mierda). Quiero que los conozcan un poco, que sepan con qué gente me vacilo de lunes a viernes de nueve a seis. 


LA ARRECHA

 Tiene treinta y cuatro años y no tiene novio hace nueve. Se moja con el primer espécimen que ve y siempre está como demente poniendo orden en la oficina ("Chicos esos papeles se ven horribles", "oye mira mira ese cuero, ¡PAPASITOO! ay escóndete", "apaguen el aire, tengo frío", etc). O sea, jode todo el día. Como diría mi tío Raúl: Le falta una buena cachada. 

LA SUBNORMAL

 Tiene treinta pero se viste/comporta como una chibola de dieciséis. Habla con ese típico tonito de pituca y todo le asquea. Tiene novio pero -de hecho aquí entre nos- lo engaña con el tipo de enfrente. Siempre está brincando por la oficina cantando alguna canción de moda y hace un par de años noté su adicción a la soda V y al aquarius de pera.


EL ANIMAL

 Todo lo hace mal, todo lo hace hasta las huevas. Lo iban a botar hace tiempo pero nadie sabe qué chucha hizo para quedarse y encima ascender. Es más insoportable que penetración en seco. Me aburre tanto su presencia que el simple hecho de escribir de él, ya me aburrió.


LA POSITIVA

 Siempre llega con la mejor onda del planeta, siempre viene a saludarme con un fuerte abrazo y un chape. Escucha su carpeta de tres horas y cuarto de Mayimbe/ N´samble/ N´talla/ el loco chancleta y su trecu trecu, etc. Jamás se mete con nadie y es paja con todos. Pero eso sí, basta que algo no le guste o la saque de sus casillas y te manda la moto.


LA CHINCHOSA DE MIERDA

 Nadie la pasa porque es una chinchosa de mierda. Punto.


LA METALERA

 Todo el día escucha rock y para moviendo la cabeza de abajo a arriba. Su ringtone es una canción de slayer (ella me dijo que era slayer después de que le pregunté ¿QUE MIERDA SUENA CARAJO?). No se viste de negro, no tiene tatuajes ni piercings, pero en el facebook tiene fotos en conciertos y en tocadas y en lugares horribles. Tiene cara de loca y casi nunca habla con la gente, excepto para una que otra huevada.


EL CRISTIANO

 Era hincha de corazón serrano, Marisol y la magia del norte y la movida chichera de san juan de lurigancho hasta que conoció a Betty, su flaca, y ella lo llevó a la iglesia donde asiste. Ahora escucha a Jose Adrián Romero y me para sermoneando por cada pazo que doy. Así no es, Betty, así no es.


EL NEGRO

 Todos lo joden por negro y le hacen bullying agarrándolo de esclavo. Es uno de mis mejores amigos y, no crean huevadas, jamás lo bulleamos de racistas, sucede que cuando ingresó al área lo primero que dijo al presentarse fue: "Hola chicos, mi nombre es Fabián, tengo veintinueve años y me encanta la salsa. Soy bastante sociable, espero encontrar en ustedes a verdaderos amigos. Pueden empezar llamándome negro, así me llaman en to' lado". Un exitazo mi negro.


EL NUEVO

 Llegó ayer y todas ya estamos agarrándonos el calzón. Por ahora solo sabemos que se llama Luis y que tiene veintinueve. Pronto más información.


 En fin, estos raros personajes trabajan conmigo todos los días, y son las personas con las cuales paso más tiempo de mi vida. Algunos muy pajas y buenísimos amigos; otros, no tanto, pero a cada uno de estos integrantes del departamento de Recursos Humanos del banco, les tengo un cariño grandote. Espero que al leer esto no manden una carta y me boten. Plop.

lunes, 20 de mayo de 2013

Limón y sal

 Hace algunos años conocí una pareja poco convencional, Carlos y Noelia. Ellos se conocieron, en tiempo récord se casaron y también en tiempo récord se separaron luego de casarse. Hoy quiero contarles una historia tan rara como ellos dos. (Siéntate bien porque está larga la entrada)

 Carlos tenía una novia, a la que por ahora llamaremos "Pepita". Pepita y Carlos tenían mucho tiempo juntos, muchos años de noviazgo, toda una vida, digamos desde los doce años o algo así. Él salía a trabajar de noche y ella estudiaba en la secundaria en el último turno para terminar más rápido el colegio. Todo estaba bien y con planes de matrimonio hasta que a Carlitos le dijeron unos amigos del barrio que la perr...sona tan mala de Pepita lo engañaba con un hombre mayor. Claro que al principio él no creyó ninguna de las palabras de los callejeros amigos, pero una duda no lo dejaba tranquilo, él quería estar seguro de todo. Así que un buen día decidió no ir a trabajar, y fue a buscar a Pepita al colegio para darle una sorpresa, y ahí se enteró de que ésta no había ido a estudiar. Fue a buscarla y... la encontró con ese hombre. Todos los planes y los años se fueron al tacho.

 Noelia, tan linda. Había venido a la capital a trabajar desde muy pequeña, pero de su infancia mejor no hablemos. Estudiaba de noche también en un colegio grande de estos lares y ahí conoció buenos amigos que, como ella, iban a clase de noche para trabajar durante el día. Se enamoró de un amigo del grupo y a los quince años salió embarazada. Él tenía poco más de veinticuatro años y un buen trabajo, por lo que Noelia pensó que su vida estaba resuelta. Pero cuando Noelia fue a buscarlo a su casa, de sorpresa y para contarle del embarazo, le abrió la puerta una mujer, que la miró feo y mandó a llamar a "su esposo" Walter. A partir de ese instante, Noelia quedó sola con un hijo en camino.

 Al otro lado de la ciudad, Carlos recorría los bares emborrachándose cada vez que tenía oportunidad con sus amigos. Dejó el trabajo nocturno y se la pasaba en casa, encerrado en su cuarto de día y vagando de noche. Noelia vio nacer a su hijo, lo tuvo siempre a su lado hasta que por motivos de dinero tuvo que dejarlo la mayor parte del tiempo posible en una especie de albergue, mientras ella trabajaba. Carlos encontró un empleo mejor, se restableció y decidió seguir adelante con su vida; Noelia extrañaba a su hijo pero se sacaba la mierda por el sueldo que ganaba y los fines de semana iba a buscarlo al nido, donde cada vez se ponían más hostiles con su visita. Ambos tenían no más de veinticinco años, y ya sabían lo que era el dolor -a mi parecer- en su máxima expresión (después de perder un familiar, siento que el dolor de un engaño es el siguiente en la escala). Pero algo bueno -¿o malo?- estaba por sucederles.

 Noelia conoció a una amiga en el trabajo, que por coincidencia se llamaba igual que ella, lo que hacía que la jefa de ambas llamara a una "Noelia 1" y a la otra "Noelia 2", bastante original la tía. Nuestra Noelia es la primera. Noelia 2, a la que a partir de ahora llamaremos simplemente "Eli", se había enamorado de un chico, y siempre le contaba a nuestra Noelia lo mucho que él le gustaba, lo hermoso de sus ojos azules, su porte, su gracia, y etc. y lo mucho que sufría por un engaño, y mil cosas a las que Noelia jamás prestaba atención. Un buen día, Eli quiso declararle todo su amor a este chico misterioso y sufrido, y le pidió a Noelia que le haga un gran favor: Eli redactaría una carta y Noelia la llevaría donde él trabajaba. Noelia se opuso de distintas maneras, pero su personalidad ante todo pasiva y buena gente, accedió a hacerlo. Tomó un bus hacia el centro de lima, esperó por "El señor Carlos" y lo vio aparecer. Dice Noelia que a primera impresión todo lo que Eli le había dicho acerca de él quedó en el suelo porque lo que ella vio fue a un chato castañón, de ojos extraños y caminar medio raro. Carlos se presentó, igual ella:. "Esta carta te la manda mi amiga Noelia, que está perdidamente enamorada de ti, y de verdad no sé por qué, ¡es extraño! porque ella te describió completamente distinto a como te estoy viendo... disculpa que me ría, pero es increíble como uno se ciega por amor" fueron las primeras palabras de Noelia, a lo que Carlos solo pudo añadirle más risas, y una invitación a almorzar. Noelia se encontraba confundida, ella solo había ido a entregar una carta de amor y ya estaba sentada en un restaurante con el chico del cual su amiga estaba enamorada.

 Pasaron las semanas, y un día llegó una llamada telefónica al trabajo. Era Carlos, y quería hablar con Noelia. Eli, emocionada fue a coger el teléfono pero una voz del otro lado derrumbó su ilusión y pidió hablar con la OTRA Noelia. Eli enfureció pero esperó paciente mientras Noelia conversaba con Carlos. Saldrían el fin de semana. Eli no lo podía creer, ¡su amiga le estaba robando el novio! -Aunque ni amigos eran, porque Carlos jamás quiso nada con ella-. Noelia explicó tranquilamente a su anonadada amiga que todo era un malentendido, que ella no quería nada con Carlos y que solamente le había aceptado un almuerzo el día de la entrega de la carta, pero Eli se desvanecía en llanto.

 Llegado el día, Noelia y Carlos se encontraron, conversaron mientras caminaban por el parque de la reserva y se conocieron más. Noelia le contó que no podía quedarse mucho tiempo con él, porque tenía que ir a buscar a su hijo al albergue, y él cavó muy profundo preguntándole qué hacía el bebé ahí y por qué no estaba en su casa, como una familia normal. Noelia vaciló un poco y con lágrimas en los ojos contó que en el albergue no querían devolverle al pequeño Julián porque ella no tenía trabajo estable ni estaba casada, por lo que podía perder la custodia de su propio hijo en cualquier momento. Acto seguido, Carlos la tomó de la mano y le dijo que irían ambos a visitar al niño, que se casaría con ella, le daría el apellido y viviría tranquila. Si, así de raro y rápido y todo.

 Noelia se sentía por primera vez en mucho tiempo protegida y segura. Carlos sentía nuevamente cariño por alguien y mucha ternura por la historia de ella. Pasaron más tiempo juntos luego de la primera vez que él conoció al hijo de Noelia y a los seis meses de conocerse, se casaron y Carlos le dio el apellido a Julián. Obviamente la familia de él se opuso, y obviamente también que Eli quería morirse, pero esta pareja venció todos sus obstáculos y permaneció junta. A los dos años de casarse, tuvieron una hija. Era la felicidad para él, pues era su primera hija y además el parecido era increíble. Noelia tenía dos hijos ahora, su parejita. Todo era felicidad y amor en la casa de Carlos y Noelia, excepto por las humillaciones que ella tenía que soportar por parte de la familia de Carlos, que la trataban como una convenida y trepadora. Noelia estaba tranquila, porque ella jamás hizo nada malo, pero todos insistían en que ella solo había utilizado a Carlos para poder sacar a su hijo del albergue.

 Pasaron los años y el hostigamiento por parte de la familia de Carlos se hizo cada vez más insoportable para Noelia y para sus dos hijos. Las hermanas de Carlos no desaprovechaban ninguna oportunidad para maltratarnos a mí y a mi hermano mayor, Julián, así que mis padres se separaron un viernes catorce de agosto de 1992. Recuerdo un taxi, mi mochila de perro y la mano de mi hermano sosteniendo fuerte la mía mientras con la otra decíamos "chau" a mi papi que moría de pena apoyado en el umbral de la puerta. Una vez en el taxi mi hermano me dijo que por fin ya no tendríamos que soportar a las "tías malas" y mi mamá nos dijo que nunca más las veríamos.

 Hoy, veintiún años después, Carlos y yo tenemos la mejor relación del mundo "papá-hija". Julián se casó y tuvo un hijo, al que jamás en su vida piensa abandonar, con una chica que puede que no me caiga del todo bien, pero que infeliz a mi hermano no lo hace. Mi mami, Noelia, hace quince años que encontró en mi padrastro al "hombre de su vida" y yo... bueno, yo soy una santa :)

miércoles, 15 de mayo de 2013

"Siempre serás tú"

 Eso fue lo que me dijo, después de casi un año sin conversar. Después de casi un año donde mis amores fueron efímeros y los suyos fueron de mentira. Él no entiende, o tal vez no entiendo yo, que jamás podremos estar juntos, porque, a pesar de que siempre lo quiera, habrá algo que no dejará que pase algo más entre nosotros que solo amistad "con derecho a agarre". Las cosas como son.

 La última vez que conversamos él me dijo que se iba a alejar de mí porque yo le hacía mucho daño. Le dije que no me parecía buena idea pero que la respetaba. Y así fue. Nos alejamos y dejamos atrás los besos intensos en su mueble, los "Te quiero" y los "Seremos solo amigos" para cada uno seguir con su vida. Conocí a muchos otros hijos de puta, pero siempre pensé que él sería, al final de todo sapo, el único príncipe que querría besar después de todo. Me equivoqué, para variar.

 Ayer me dijo que me extrañaba. Me desbloqueó del Facebook, me volvió a seguir al twitter y me escribió a ambos inbox. Me sorprendí porque no pensé en volver a leer alguna noticia suya. Y me sorprendí más cuando vi que en la mayoría de sus fotos estaba acompañado por una chica que, al igual que yo, lo conoce ya más de cuatro años. "Qué bueno que esté feliz" me dije a mí misma. Total, yo también -se supone- que lo estoy y siempre las cosas fueron mejores cada uno por su lado. Conversamos largo rato acerca de cómo nos estuvo yendo este tiempo, de cómo fue que empezamos nuestras relaciones y preguntándonos si todavía nos gustaba el pollo tipakay o el arroz tapado. Hablamos pura trivialidad. Pero no podía ocultar mi sorpresa ni mi poquito porcentaje de disgusto al saberlo tan feliz y enamorado, y algo no me olía bien. Le pregunté que por qué me contactaba, que por qué ahora que ambos estábamos bien. Me dijo que extrañaba mis besos, mis abrazos y mi presencia a su lado. Le pregunté por qué decía eso, si estaba con otra persona. Me dijo "siempre serás tú". No supe cómo tomarlo y me desconecté, presa del miedo y con lágrimas en los ojos me desconecté.

 Ahora no sé qué hacer. No sé si responder sus mensajes o ignorarlo. Sé que si lo veo no podré ocultar mi todavía gusto hacia él. Sé que lo más probable es que, si nos vemos, nos prendamos el uno del otro y no nos soltemos. Y tengo miedo de que siga enamorado de mí, porque yo por él no siento más que solo cariño. 

jueves, 21 de febrero de 2013

Me pasó en el baño

 Siempre tuve ese bichito del "por qué no?" rondándome la cabeza con respecto a tener relaciones con una mujer. Desde el colegio siempre me sentí atraída por compañeras que tenían ciertas características físicas (muero por las blanconas de pelo negro... como yo) pero jamás nada se concretó a nivel sexo.

 La primera vez que besé a una mujer esta era menor que yo por tres años y me sentí la pedófila más grande de la historia. Yo tenía veinte y ella diecisiete, toda una bebé, pero más perra digo, más movida que la cagada. Estábamos en una fiesta, visiblemente borrachas y en eso que entro al baño ella viene detrás y me empieza a meter terror con frases como "te apuesto que no me besas" y puta, no me vengan con huevadas ¡YO AMO LOS RETOS! así que nos acercamos y fue ahí que besé a la primera mujer de mi vida, quise tirármela de una vez en algún cuarto, pero cuando salimos del baño de agarrar tan rico, su flaco la estaba esperando y nos quedó mirando con una cara de huevón, como diciendo PUTAMARE ME LA HICIERON DE NUEVO T_T jajaja pobre imbécil. Lo curioso es que nunca más vi a esa chiquilla, pero me agregó al facebook. A los dos días de tener conversaciones calientes tuve que eliminarla, porque sentía que me estaba recontra cagando el cerebro. No podía hacerle eso a mi enamorado. LO SE, LO SE.

 Desde ese año y hasta ahora no volví a tener acercamiento alguno con una mujer, excepto el acercamiento que me metía al monitor cuando veía porno lésbico en internet. Cuando entré a la universidad, conocí a Mariella, una lesbiana que estaba más buena que el pan de la mañana con tamal de chancho y una tazota de café. Sí, así de buena. Nos hicimos amigas, muy amigas, siempre todo fue muy relajado, pero yo no sabía que era lesbiana hasta el día en que me llevó a beber a un barcito de Berlín y me dijo "acaba de entrar mi ex, con LA que duré cinco años... no voltees". Pensé que había escuchado mal, y, mientras bebía apurada mi chela, le pregunté qué???!!! cómo se llama? y ella me dice CAROLINA. La chela se me quedó en la garganta, y es que esta chica era tan jodidamente buena que yo pensé que debía tener millones de hombres babeando como perros detrás de ella, jamás pensé que le gustaba la tije... bueno ustedes entienden. Luego de semejante confesión, le propuse besarnos para que su ex nos viera y así se muriera de celos y ella, igual de sorprendida que yo al principio, me dijo ¿tu eres lesbiana? y yo... aguanta tu carro mamita... creo, CREO que soy bisexual. Se cagó de risa, se sentó a mi ladito y me besó riquísimo. Quise llevarla al telo pero recordé que era una inexperta en el tema, y que me sentiría bastante cojuda si es que no sabía qué rayos hacerle... a parte... no podía hacerle eso a mi en ese entonces enamorado. SI, YA SÉ, CARAJO...

 Con Mariella seguimos siendo amigas, aunque todavía nos tenemos ganas. Dejó el ciclo, yo volví a clases el año pasado y conocí a Karen, una blancona riquísima que ponía de vuelta y media el salón. Todos le querían dar como mantequilla al pan, pero ella, muy reservada, siempre se sentó al fondo, sola, hasta ese día en que se me acercó y se sentó a mi lado, me cruzó las piernas y me preguntó si había entendido la explicación de la profesora. Tal cara habré puesto, que me tuvo que repetir la pregunta y yo, todavía sin poder creerlo, le expliqué al mujerón que tenía a mi lado todo lo que la profesora buenamente nos había explicado. Me dio las gracias, se paró, me puso el culo prácticamente en la cara y se regresó al fondo, mientras todo el puto salón me miraba como pidiéndome explicaciones. Luego de eso con Karen nos volvimos igual amigotas, pero ella ya me había dicho desde un inicio que era bisexual, y que había experimentado todo con ambos mujeres y hombres, una vez más yo, me sentí tan sana, tan babosa que le dije que solo había besado a dos mujeres en mi vida y se burló de mí, y luego de burlarse de mí cerró la puerta del baño, me tumbó contra la pared y me besó frenéticamente mientras con una mano -muy rápida por cierto- desabotonaba mi pantalón y metía los dedos por los distintos lugares posibles. me hizo gemir en un instante, no lo podía creer. ¿Y si habían cámaras? ¿Y si nos expulsaban de la universidad?. Yo no podía parar de dar pequeños gemidos mientras ella me susurraba al oído que me "la iba a chupar todita". No entendí hasta que se arrodilló, me bajó los pantalones por completo -Se ganó con mi calzón de hello kitty, carajo qué roche- y empezó a besarme los labios mojados, y mientras lo hacía me miraba y eso solo me excitaba más. Me vine y le pedí que se detuviese, ella se lavó las manos, y entró a los inodoros. Yo la seguí y volvimos a cerrar la puerta de ese espacio más reducido, y le hice lo mismo que ella a mi, a lo que agregué el pasarle la lengua por los rosados pezones, que dicho sea de paso la excitó demasiado. Le besé los labios húmedos e hice que se viniera. Ambas estábamos en completo éxtasis. Parecía que nadie nos molestaría, fue un momento perfecto.

 Salimos del baño conversando tranquilas mientras nos reíamos como cómplices. Pasaban compañeros, profesores y una chica se quejó de que el baño había estado cerrado y nos miró con cara de creída/mamona y nosotras nos cagamos de risa. Ella me tomó del brazo y me dijo "vamos al estacionamiento". Yo, ilusa, pensé que me llevaría en su carro a mi casa, pero terminamos repitiendo el acto en el baño del sótano, esta vez nadie nos interrumpió. Nos quedamos más de media hora.


lunes, 7 de enero de 2013

Y... ¡¿qué pasó?!

 La semana antepasada tuvimos una fiesta en el banco, con una gente de otra área con los cuales me llevo muy bien. Alex, mi última ilusión/obsesión, estuvo presente. Tomé demasiado supongo, porque bailé como una demente por toda a discoteca. Todo el Vocé me miraba como quien ve a una loca. Debo reconocer que Alex baila demasiado bien, la verdad ya nos estábamos gileando en la disco, desde que salimos a bailar y nadie nos veía. Nos acercamos en un perreo intenso y él se me acercaba demasiado a los labios, provocando lógicamente que me chorree de ganas de estamparlo contra un muro y violarlo.

 A todo esto, la gente que nos acompañaba nos miraba como extrañados. Sé que se dieron cuenta de nuestro flirteo, pero no me importa. Bailamos un poco más, y cuando se me volvió a acercar, lo besé. En realidad solo le di un pico pero fue el inicio de algo alucinante. Tomamos mucho más, seguíamos bailando y dándonos picos caletas escondidos de todos los demás. La verdad no esperaba terminar en un hotel de la avenida arequipa con aquel chico que pensé que sería diferente. No importa cómo quedé yo, porque soy soltera y eso de "la sociedad te califica de puta cuando haces cosas así" me importa un carajo; pero él definitivamente quedó como el peor conchasumare del territorio, porque engañó a la mujer a la que diariamente le dedica un post en el facebook, lleno de corazones y "te amo".

 Cuando estábamos en el hotel, hablamos de diferentes cosas y me confesó que no amaba a Laura, que no amaba a nadie y que por mí tampoco sentía nada (momento de pensar en el suicidio). Me aguanté las ganas de escupirle en la cara, y me senté. Me vestí y me volví a echar a su lado, y le dije que todo lo que había dicho ya lo había demostrado, y que era mejor que nos alejáramos, y él dijo que sí, sin titubear.

 Salimos del hotel, tomé un taxi a mi casa y hasta el día de hoy no supe de él, ni siquiera pasé por su oficina, ni comí en el comedor, ni salí de mi departamento, y todo para no tener que verlo. Pero, como dije, HASTA HOY. Acabo de verlo pasar, me llamó a un lado para hablar y me dijo que no quería que nadie se entere y que mejor hiciéramos de cuentas que nunca pasó nada. Me acerqué a él, y mirándolo a los ojos le pregunté ¿DE QUÉ ME HABLAS?. Me volteé, y seguí caminando.

 Si, Laurita, me tiré a tu flaco. Me das algo de pena, pero más pena me da él.