miércoles, 29 de enero de 2014

Algo más...

 Estábamos en el centro de Lima, en un bar bien bonito y, luego de que la banda dejó de tocar, alguien con muy buen gusto musical puso en la rockola bastantes canciones interesantes. Tu vaso volaba con cada riff de guitarra, y yo temía que me mojaras de cerveza el bonito polo que me había puesto por ti. 

 Cantábamos como locos cada tema, movíamos los brazos, agitábamos el pelo. Estabas feliz y yo era feliz viéndote sonreír. Fue una de esas canciones bonitas la que dio inicio a todo. 

 Te paraste a querer sacarme a bailar, pero yo me quedé sentada. Te acercaste a mí con el vaso aún tambaleando y sin decir nada me besaste. Yo tenía los ojos abiertos porque claro, quien se imagina que el chico que le gusta desde siempre va a venir a besarte... nadie verdad? era como un sueño. Cerré los ojos y dejé que pase aquello por lo que había pedido tanto. Aunque una duda me rondaba en la cabeza.

 De pronto, nos vimos en la calle. Tú borracho horrible y yo sanísima, aún sin poder creer que me habías besado. Un taxi paró por la plaza san martín y yo (en lugar de irme a mi casa) subí contigo, porque me daba pena dejarte solo. En el camino no parabas de hablar de tonterías, yo quería besarte de nuevo. 

 Llegamos a tu casa y vomitaste toda la calle, los jardines y gritaste a Serenazgo "¿qué chucha miras? ¡Ella es MIIII amiga!" así, enfatizando en que era TU amiga y de nadie más. Me reí a carcajadas mientras botabas todo lo que tenías y ensuciabas medio San Isidro. Subimos a tu departamento y te llevé al baño. Te lavé los dientes y te mojé la cara. De arriba oí un "¿Todo bien?" y le respondí a tu mamá que sí, que sólo estabas ebrio. Me dijo "gracias por traerlo" y luego de secarte la cara y lo demás, te eché en el mueble y me quedé ahí, mirando, hasta que me jalaste y me echaste a tu lado. 

 Dieron las siete de la mañana y ambos habíamos dormido profundamente. Te dije que despiertes, que me acompañes a tomar mi carro y tú estabas mucho mejor. Tenías los ojos muy abiertos, una cara de no recordar nada y mientras caminábamos me preguntabas (mismo película) "¿qué pasó ayer?" No sabía si decirte "ME BESASTE, Y PARA MÍ ESO FUE LO ÚNICO BUENO QUE PASÓ". Sólo te conté que habías tomado bastante y que ese vómito que veíamos en el jardín era tuyo. Te reíste y me dijiste que pagarías mi taxi, porque te daba flojera caminar al paradero. El taxi paró, pregunté y lo pagaste. Me fui a despedir y me besaste fuerte, apretándome contra ti, agarrando mi cabello y luego pegaste mi cara a la tuya. Me miraste fijamente como con pena y me dijiste "anda con cuidado".

 Quiero saber algo de ti, deja de huir. Responde los mensajes. 

 ¿Por qué me besaste? ¿porque te dije que me gustabas? ¿te gusto yo? ¿Eres así siempre con todas? ¡Quiero saberlo! 

3 comentarios: