Trabajo en este banco hace muchos años. Los mismos compañeros, la misma gente, la misma ciudad, el mismo guachimán y la misma tía del concesionario. ¿Qué hace mi trabajo tan especial? No sé, porque mi sueldo en definitiva no lo es. A pesar de que mis compañeros me caen bien, considero que trabajar con ellos ha acarreado en mí un retroceso psicológico significativo (o sea son unos anormales de mierda). Quiero que los conozcan un poco, que sepan con qué gente me vacilo de lunes a viernes de nueve a seis.
LA ARRECHA
Tiene treinta y cuatro años y no tiene novio hace nueve. Se moja con el primer espécimen que ve y siempre está como demente poniendo orden en la oficina ("Chicos esos papeles se ven horribles", "oye mira mira ese cuero, ¡PAPASITOO! ay escóndete", "apaguen el aire, tengo frío", etc). O sea, jode todo el día. Como diría mi tío Raúl: Le falta una buena cachada.
LA SUBNORMAL
Tiene treinta pero se viste/comporta como una chibola de dieciséis. Habla con ese típico tonito de pituca y todo le asquea. Tiene novio pero -de hecho aquí entre nos- lo engaña con el tipo de enfrente. Siempre está brincando por la oficina cantando alguna canción de moda y hace un par de años noté su adicción a la soda V y al aquarius de pera.
Todo lo hace mal, todo lo hace hasta las huevas. Lo iban a botar hace tiempo pero nadie sabe qué chucha hizo para quedarse y encima ascender. Es más insoportable que penetración en seco. Me aburre tanto su presencia que el simple hecho de escribir de él, ya me aburrió.
Siempre llega con la mejor onda del planeta, siempre viene a saludarme con un fuerte abrazo y un chape. Escucha su carpeta de tres horas y cuarto de Mayimbe/ N´samble/ N´talla/ el loco chancleta y su trecu trecu, etc. Jamás se mete con nadie y es paja con todos. Pero eso sí, basta que algo no le guste o la saque de sus casillas y te manda la moto.
Nadie la pasa porque es una chinchosa de mierda. Punto.
Todo el día escucha rock y para moviendo la cabeza de abajo a arriba. Su ringtone es una canción de slayer (ella me dijo que era slayer después de que le pregunté ¿QUE MIERDA SUENA CARAJO?). No se viste de negro, no tiene tatuajes ni piercings, pero en el facebook tiene fotos en conciertos y en tocadas y en lugares horribles. Tiene cara de loca y casi nunca habla con la gente, excepto para una que otra huevada.
Era hincha de corazón serrano, Marisol y la magia del norte y la movida chichera de san juan de lurigancho hasta que conoció a Betty, su flaca, y ella lo llevó a la iglesia donde asiste. Ahora escucha a Jose Adrián Romero y me para sermoneando por cada pazo que doy. Así no es, Betty, así no es.
Todos lo joden por negro y le hacen bullying agarrándolo de esclavo. Es uno de mis mejores amigos y, no crean huevadas, jamás lo bulleamos de racistas, sucede que cuando ingresó al área lo primero que dijo al presentarse fue: "Hola chicos, mi nombre es Fabián, tengo veintinueve años y me encanta la salsa. Soy bastante sociable, espero encontrar en ustedes a verdaderos amigos. Pueden empezar llamándome negro, así me llaman en to' lado". Un exitazo mi negro.
Llegó ayer y todas ya estamos agarrándonos el calzón. Por ahora solo sabemos que se llama Luis y que tiene veintinueve. Pronto más información.
En fin, estos raros personajes trabajan conmigo todos los días, y son las personas con las cuales paso más tiempo de mi vida. Algunos muy pajas y buenísimos amigos; otros, no tanto, pero a cada uno de estos integrantes del departamento de Recursos Humanos del banco, les tengo un cariño grandote. Espero que al leer esto no manden una carta y me boten. Plop.
EL ANIMAL
LA POSITIVA
LA CHINCHOSA DE MIERDA
Nadie la pasa porque es una chinchosa de mierda. Punto.
LA METALERA
Todo el día escucha rock y para moviendo la cabeza de abajo a arriba. Su ringtone es una canción de slayer (ella me dijo que era slayer después de que le pregunté ¿QUE MIERDA SUENA CARAJO?). No se viste de negro, no tiene tatuajes ni piercings, pero en el facebook tiene fotos en conciertos y en tocadas y en lugares horribles. Tiene cara de loca y casi nunca habla con la gente, excepto para una que otra huevada.
EL CRISTIANO
Era hincha de corazón serrano, Marisol y la magia del norte y la movida chichera de san juan de lurigancho hasta que conoció a Betty, su flaca, y ella lo llevó a la iglesia donde asiste. Ahora escucha a Jose Adrián Romero y me para sermoneando por cada pazo que doy. Así no es, Betty, así no es.
EL NEGRO
Todos lo joden por negro y le hacen bullying agarrándolo de esclavo. Es uno de mis mejores amigos y, no crean huevadas, jamás lo bulleamos de racistas, sucede que cuando ingresó al área lo primero que dijo al presentarse fue: "Hola chicos, mi nombre es Fabián, tengo veintinueve años y me encanta la salsa. Soy bastante sociable, espero encontrar en ustedes a verdaderos amigos. Pueden empezar llamándome negro, así me llaman en to' lado". Un exitazo mi negro.
EL NUEVO
Llegó ayer y todas ya estamos agarrándonos el calzón. Por ahora solo sabemos que se llama Luis y que tiene veintinueve. Pronto más información.
En fin, estos raros personajes trabajan conmigo todos los días, y son las personas con las cuales paso más tiempo de mi vida. Algunos muy pajas y buenísimos amigos; otros, no tanto, pero a cada uno de estos integrantes del departamento de Recursos Humanos del banco, les tengo un cariño grandote. Espero que al leer esto no manden una carta y me boten. Plop.